PARTIDOS POLITICOS
¿En decadencia?
Los partidos políticos son organizaciones creadas para contribuir de forma democrática a la determinación de la política nacional, así como a promover su participación en las instituciones representativas mediante programas, presentar y apoyar candidatos en las elecciones, y la realización de cualquier otra actividad necesaria para el cumplimiento de sus fines. Su principal tendencia es durar y consolidarse, y su finalidad última y legítima es obtener el poder mediante el apoyo popular manifestado en las urnas.
Pero estas organizaciones que se presentan en nuestra sociedad, lejos de tener una confrontación de ideas, lo que tienen es un intercambio de insultos y descalificaciones. Los medios masivos de comunicación toman partido abierto por uno u otro “candidato” desatando verdaderas guerras, centradas en el pasado, y, en sus vidas privadas malogrando así la posibilidad de difundir sus propuestas, las que darían solución a las necesidades y problemas de la sociedad en su conjunto, impidiendo así ver con claridad la existencia de ideas que puedan materializarse en diferentes acciones. Esto devela la pobreza propositiva de muchos candidatos quienes han olvidado la tarea específica que les fue asignada cuando decidieron iniciar el camino de la acción política: trabajar a favor de la sociedad toda.
Es así que los partidos políticos pareciera se han convertido en flores en un vaso; fueron cortados y separados de sus raíces.
La distancia sociedad-partido no debe confundirse por desinterés por lo público, ya que el mismo ha crecido junto con las facilidades de acceso a la información y educación ciudadana que caracteriza a esta época moderna. Sin embargo, esto no es suficiente para derribar en la sociedad la desconfianza e indiferencia hacia los partidos políticos.
Aquellos que se hacen un poco más exigentes, desconfían de las instituciones y personalidades en las que antes creían más o menos sin reflexión alguna, no son apolíticas. Por otra parte si en nuestro país continua la pérdida de legitimidad y representación de fuerzas políticas sin organizaciones deliberativas y la constante inclinación de colocar en el centro de la discusión electoral a la persona en lugar de las propuestas del partido que representan, se estarían dando las condiciones propicias para que los grandes intereses corporativos vean crecer su capacidad de intervención en los procesos de toma de decisión.
Entendiendo a la Política como la actividad más noble que el hombre pueda realizar al dedicar su vida a la búsqueda del bien común, es necesario poner en práctica argumentos con una sólida escala de valores que garanticen acciones beneficiosas para todos los argentinos.
Mencionando a Manuel Gómez Morín
“Las ideas y los valores del alma, son nuestras únicas armas, no tenemos otras, pero tampoco las hay mejores”.
¿Qué camino seguir?
Creo que la sociedad argentina debe y puede dar un salto hacia delante y existir con mayor firmeza partidos políticos serios y transparentes, comprometidos con los ciudadanos y evitando aquellas situaciones que no se condicen con la verdadera política.
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